sábado, 2 de mayo de 2020

LA PROACTIVIDAD


Una actitud positiva conlleva a la proactividad. Hay muchas personas que quieren muchas cosas, desean esto o lo otro, pero no hacen nada para conseguirlo. Son pasivas. Si siembro pero no riego, no recojo. No podemos esperar sentados que crezcan las calabazas sin dedicar unos cuidados y un tiempo.

En estos tiempos predomina la cultura del ¡ya! Somos impacientes y queremos resultados antes de tiempo. Pocas cosas funcionan así. Las personas proactivas son aquellas que no buscan excusas sino soluciones. Todos conocemos personas con excusitis (es que…es que…). Las proactivas son aquellas que se preguntan ¿qué puedo hacer yo? No buscan culpables para justificar su situación.
Todos fracasamos, una y otra vez. La clave está en levantarse. Como dice John Maxwell “cada vez que te levantes recoge algo”. Si algo en tu vida no te gusta, cámbialo. Concéntrate en tu círculo de influencia, en lo que depende de ti. Olvídate de tu círculo de preocupación, de lo que no depende de ti (S. Covey). Esta es la esencia de la proactividad.

viernes, 1 de mayo de 2020

CUENTO PARA ADULTOS: "EL BUSCADOR", POR JORGE BUCAY

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador.

Un buscador es alguien que busca, no necesariamente es alguien que encuentra.

Tampoco esa alguien que, necesariamente, sabe lo que está buscando, es simplemente para quien su vida es una búsqueda.

Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. El había aprendido a hacer caso riguroso a estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió.

Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó, a lo lejos, Kammir. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero

le llamó mucho la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había

un montón de árboles, pájaros y flores encantadores; la rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada.

...Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.

De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar.

El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.

Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de este paraíso multicolor.

Sus ojos eran los de un buscador, y quizás por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción…:

Abedul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días

Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra, era una lápida.

Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar.

Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla, decía:

Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses, y 3 semanas

El buscador se sintió terriblemente conmocionado.

Este hermoso lugar era un cementerio y cada piedra, una tumba.

Una por una, empezó a leer las lápidas.

Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.

Pero lo que lo conectó con el espanto, fue comprobar que el que más tiempo había vivido apenas sobrepasaba 11 años...

Embargado por un dolor terrible se sentó y se puso a llorar.

El cuidador del cementerio, pasaba por ahí y se acercó.

Lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No, ningún familiar - dijo el buscador - ¿qué pasa con este pueblo?, ¿qué cosa tan terrible hay en esta ciudad?. ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar?, ¿cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de niños?!!!

El anciano sonrió y dijo:

- Puede Ud. serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...

Cuando un joven cumple quince años sus padres le regalan una libreta, como ésta que tengo aquí, colgando del cuello.

Y es tradición entre nosotros que a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:

a la izquierda, qué fue lo disfrutado…

a la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.

Conoció a su novia, y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?, ¿una semana?, ¿dos?, ¿tres semanas y media?…

Y después… la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso,

¿cuánto duró?, ¿el minuto y medio del beso?, ¿dos días?, ¿una semana?…

¿Y el embarazo o el nacimiento del primer hijo...?

¿y el casamiento de los amigos…?

¿y el viaje más deseado…?

¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?

¿Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?…

¿horas?, ¿días?…



Así... vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... cada momento.

Cuando alguien se muere,

es nuestra costumbre,

abrir su libreta

y sumar el tiempo de lo disfrutado,

para escribirlo sobre su tumba,

porque Ese es, para nosotros,

el único y verdadero tiempo VIVIDO.
¿QUÉ TIPO DE LIDERAZGO EJERCES: EL PALO O LA ZANAHORIA?


Seguro que has escuchado alguna vez el estilo de liderazgo del palo y la zanahoria. Hace años se utilizaba mayoritariamente el palo, como método para “convencer” a los demás y aunque cada vez afortunadamente hay menos jefes que emplean esta forma de dirigir, por la mala fama que le precede y porque tiene resultados solo a corto plazo, todavía alguno(a)s siguen empleándolo.
Paralelamente a este método en un intento de compensación por parte de las empresas han ido surgiendo nuevas formas de incentivar el trabajo al margen de las económicas, como por ejemplo el salario emocional (flexibilidad, teletrabajo, guardería, días libres, espacios de distracción, etc.) que sirven de antídoto al famoso palo. Así la zanahoria se ha ido convirtiendo en una forma recurrente para felicitar y compensar el trabajo bien hecho en muchas empresas, al margen de servir de altavoz de las empresas para la captación y fidelización del talento, en contraposición con el palo.

¿Pero qué inconvenientes tiene este tipo de liderazgo del palo y de la zanahoria todavía muy extendido entre algunas empresas?. No hace mucho leí una frase de John Whitmore uno de los referentes en el mundo del coaching, que venía a decir algo así como:

“Si tratas a tus empleados como si fueran un asno, se comportaran como tales”.

La verdad es que esta forma de liderar con independencia de su fama, sigue siendo una forma de motivación externa, por lo que cuando eliminamos este factor de la ecuación la motivación desaparece y con ella el rendimiento del empleado. El sistema se vuelve en nuestra contra y así por ejemplo cuando el jefe deja de estar presente y la amenaza del palo se desvanece, el rendimiento disminuye. Cuántas empresas practican todavía el presentismo por miedo al palo y sus empleados permanecen sentados calentando las sillas por miedo a salir a una hora apropiada. Algo que todavía muchos jefes no han sido capaces de comprender, más trabajo no siempre es sinónimo de mejores resultados. Pero lo mismo ocurre también con la zanahoria, hay un momento en que cuando se cubren las necesidades básicas del individuo, una hipotética subida salarial, comisiones, incentivos, bonus, etc., dejan de tener el efecto y poder que tenían en un principio.

“La verdadera motivación reside siempre dentro de uno mismo”.

Es cierto que la motivación externa también es importante, en especial cuando se hace referencia al dinero, pero sabemos que este es un recurso escaso y que no podemos estirar todo lo que a veces quisiéramos, al margen de sus efectos limitados.
La motivación interna como la calidad de vida y la seguridad en el puesto de trabajo han resultado imprescindibles en la motivación y cuando estas fallan se recurre a buscar soluciones externas como las económicas. ¿Cuántas veces nos sentimos insatisfechos con nuestro trabajo y no lo dejamos porque tenemos un buen salario y miedos que nos hacen permanecer en un lugar en el que somos infelices? ¿O queremos compensar nuestra infelicidad solicitando e intentando conseguir un aumento de sueldo, que al menos compre una parte de la infelicidad que sentimos?. Demasiadas…
Es por eso por lo que las empresas y los jefes deben buscar como motivar a sus empleados y esto pasa por comprender sus necesidades y motivaciones, lo que implica escucharles mucho más. Necesitamos generar más conversaciones y de valor en las empresas. Conversaciones que permitan al empleado aprender, crecer, hacerle sentir importante y parte de la empresa, y esto solo es posible a través de un estilo de liderazgo completamente diferente. Cuanto más orientemos nuestros sistemas de motivación a satisfacer las necesidades de las personas y a desarrollarlas; más felices seremos todos y recuerda que felicidad equivale a productividad.
Sin embargo el desarrollo de las personas no es una de las prioridades de muchas empresas, hay aspectos como el tiempo, la calidad, la rentabilidad del accionista, etc., que priman mucho más, de ahí que el coaching y su metodología se vean reemplazadas o no se le dé la importancia que merece en una sociedad cada vez más necesitada de comprensión, respeto y de humanidad.
Es época no obstante de cambios, las nuevas generaciones ya no buscan empresas que paguen solo bien, sino empresas en las que poder desarrollarse, aprender, estilos de dirección y liderazgo adecuados. Lo que las empresas creían que querían sus empleados ya no lo es, porque cada persona es un mundo y aplicando medidas estándar como el palo y la zanahoria, nunca conseguiremos resultados extraordinarios y sostenibles.