jueves, 28 de octubre de 2021

LAS 6 REGLAS DE LA PERSUASION

 

Las 6 Reglas de la Persuasión.

Como seres humanos, somos muy susceptibles a la persuasión. Siempre hemos sido conscientes de que hay personas que son capaces de cambiar cualquier opinión o vender cualquier producto, la pregunta es: ¿Por qué? ¿Es su personalidad? ¿Qué les hace tener esa capacidad?

Qué es la persuasión

Para entrar un poco en contexto podemos definir la persuasión como el conjunto de técnicas que nos ayudan a convencer a otra persona mediante argumentos o razones. No voy a entrar en la ética que lleva a una persona a persuadir y convencer a otro.

Hay personas que nacen con esta predisposición, pero cualquiera puede aprender las técnicas o pautas. Robert Cialdini las explica en su libro “Influencia: Ciencia y Práctica” y, en este post, te las explicamos para que las apliques en tus esfuerzos de marketing, ventas o en tu vida personal:

Principio #1: Reciprocidad

Cuando haces un favor o regalo a una persona, lo más probable es que en algún momento recibas algo a cambio. Lo mismo ocurre cuando sostienes una puerta y a cambio recibes un “gracias” o invitas a un amigo a tomar café y luego te invita en un futuro. En todos estos casos, como bien indica Cialdini, lo que está funcionando es la reciprocidad.

Se trata de una regla poderosa que modifica la conducta humana y que nos obliga a dar algo de vuelta por el sentimiento de obligación que se genera en nosotros. Los seres humanos estamos programados para ayudar a aquellos que nos han ayudado previamente. Independientemente de la cultura y sin haber sido enseñados.

Para conseguir el máximo resultado de este principio en los negocios hay que conseguir personalizar, dar algo inesperado y que sea memorable.

Principio #2: Compromiso y consistencia

Como humanos tenemos un profundo deseo y necesidad de ser consistentes en nuestro comportamiento respecto a nuestras creencias y compromisos adquiridos. El libro de Cialdini ilustra perfectamente el principio en este ejemplo:

En una playa de New York se desarrolló el siguiente simulacro para verificar este principio y, en un primer escenario, se dejó a propósito una radio sobre una toalla y se pidió a un “falso ladrón” que pasará y muy descaradamente se lo llevará. El propósito en este caso era establecer cuántas personas serían capaces de arriesgarse a detener el robo. Solo 4 de 20 personas lo hicieron.

Luego, se realizó un pequeño cambio al experimento y los resultados cambiaron dramáticamente; en el segundo escenario y antes del “robo”, la persona dueña de la radio pedía a los bañistas a su alrededor que le vigilaran sus cosas mientras regresaba. En ese caso, los bañistas, que ahora estaban bajo el efecto del principio de compromiso y consistencia, adoptaron una posición activa de vigilancia. El resultado es que 19 de 20 personas intentaron activamente frenar el robo.

Por supuesto, el compromiso y la consistencia debe ser precedida de una acción inicial de respuesta o promesa, y su poder se incrementa bastante si el acuerdo se da por escrito.

Principio #3 Aprobación Social

Los seres humanos estamos tremendamente influenciados por las acciones de otras personas. La influencia de los que están a nuestro alrededor es poderosa y puede ser utilizada para modificar comportamientos, especialmente si el individuo se identifica, de algún modo, con la opinión de otras personas.

La razón es que utilizamos lo que la mayoría piensa para saber qué es lo correcto. En las ocasiones en las que hay incertidumbre o no tenemos todo el conocimiento para decidir, la opinión de otras personas es de gran valor para tomar decisiones.

Por supuesto, la aprobación social es más poderosa cuando los números se incrementan y cuando aquellos que realizan la acción son más relevantes para el target. Por ejemplo, si queremos vender videojuegos a adolescentes, no se debe mostrar testimonios de padres que adoran el juego, sino el testimonio de otros adolescentes.

DaFlores.com es un ejemplo de cómo generar confianza online mediante la aprobación social:

Regla #4 Empatía

Hemos escuchado cientos de veces que “hacemos negocios con las personas que conocemos, nos gustan y confiamos”.  Pues bien, sucede que la ciencia puede explicar en parte por qué ocurre esto.  Las investigaciones al respecto confirman que cosas como el atractivo físico (nos gustan las personas de buena apariencia), la familiaridad (confiamos en personas que conocemos), similaridad (tenemos simpatía por las personas que se parecen a nosotros) y los cumplidos (nos gustan las personas que dicen buenas cosas de nosotros), son todos factores relacionados con la empatía.

Como consumidores, es difícil desligarnos del poder que la empatía tiene sobre nosotros. Cuando alguien que queremos, respetamos y confiamos nos recomienda por ejemplo un libro, o un servicio o un restaurante, lo más probable es que le prestemos atención e incluso sigamos su recomendación.

Principio #5 Principio de Autoridad

El principio de autoridad explica como los seres humanos queremos seguir consejos y la dirección de aquellos que son percibidos como expertos. Es importante anotar que la influencia sobre el target solo se da cuando este cree en la autenticidad y el poder que detenta la autoridad.

Por supuesto, entre mayor sea la relación con la figura de autoridad, más poderoso será el impacto y, evidentemente, no todas las autoridades tienen influencia sobre todas las personas. Eso depende del contexto.

Regla #6: Principio de escasez

Como indica Cialdini, el sentimiento de estar compitiendo por recursos escasos tiene poderes motivacionales sorprendentes. Por eso, algunas personas sienten que su amor aumenta hacia su pareja cuando observan que su pareja puede tener nuevos admiradores, lo cual exige un mayor esfuerzo de su parte para retenerla.

Otro claro ejemplo lo podemos ver en la compraventa de bienes raíces. Si el vendedor indica que tiene otro(s) potenciales compradores igualmente interesados en comprar, genera en los posibles compradores la necesidad de definirse pronto y comprar lo más pronto posible si les interesa el bien.

 

miércoles, 27 de octubre de 2021

LOS TRES FILTROS DE SÓCRATES

 

Los tres filtros de Sócrates

Desconozco el autor de este texto, pero es realmente motivador.

Sócrates tenía la costumbre de "ir de ingenuo" y era capaz de tumbar cualquier teoría, comentarios o discusión a través de las preguntas, cimientos del actual Coaching no directivo.

La anécdota de los tres filtros de Sócrates nos llama a no permitir que lleguen a nosotros informaciones o mensajes que sean mentira, que dañen y/o que sean inútiles. Aplica para cotilleos, pero también para todo lo que circula por medios y redes.

Los tres filtros de Sócrates hacen referencia a una anécdota del gran filósofo griego que ha llegado hasta nuestros días. Esta historia es considerada una gran lección de vida, que se aplica particularmente a aquellas situaciones en las que prima el cotilleo y el rumor.

Cuenta la historia de los tres filtros de Sócrates que en una ocasión llegó uno de sus discípulos en gran estado de agitación. Le dijo al filósofo que se había encontrado con uno de sus amigos y que este le había hablado de Sócrates con gran malevolencia.

Al escuchar esto, Sócrates le pidió que se calmara. Después de pensarlo un momento, le pidió que esperara un minuto. Antes de escuchar lo que tenía para contarle, el mensaje debía pasar por tres filtros necesarios. Si no los superaba, el mensaje no era digno de ser escuchado.

 

Los tres filtros

Como era su costumbre, el sabio griego le formuló una pregunta a su ansioso discípulo. Dicho interrogante era:

¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es verdad?” El discípulo pensó un momento. En realidad, no podía estar seguro de si lo que había escuchado podía catalogarse como malevolencia. Todo era cuestión de perspectivas: “Entonces no sabes si todo es cierto o no”, dijo el filósofo. El discípulo tuvo que admitir que no.

Luego el gran maestro griego formuló una segunda pregunta:

¿Lo que vas a decirme es bueno o no?” El discípulo contestó que, por supuesto, no era nada bueno. Todo lo contrario. Lo que tenía que contarle eran palabras que, a su juicio, le causarían malestar y aflicción. Entonces Sócrates señaló: “Vas a decirme algo malo, pero no estás totalmente seguro de que sea cierto”. El discípulo admitió que así era.

Para terminar, Sócrates debía plantear un tercer interrogante y así lo hizo. Dijo:

¿Me va a servir de algo lo que tienes que decirme de mi amigo?” El discípulo dudó. En realidad, no sabía si esa información le sería de utilidad o no. Quizás solo lo distanciaría de ese amigo, pero teniendo en cuenta que no se sabía si era verdad o no, tal vez saberlo no resultaba útil.

 

La verdad, la bondad y la utilidad

Cuenta la anécdota de los tres filtros de Sócrates que al final el filósofo se negó a escuchar lo que su discípulo quería decirle. “Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no es útil ¿Para qué querría saberlo?, dijo como conclusión.

La verdad, la bondad y la utilidad son los tres filtros de Sócrates. A juicio del filósofo, estas son las preguntas que toda persona se debe formular antes de decir algo. La primera: ¿Estoy seguro de que lo que voy a decir es cierto? La segunda: ¿Lo que voy a decir es bueno? Y la tercera: ¿Es necesario decirlo?

 

Este triple filtro es una excelente guía, tanto para lo que vamos a decir, como para lo que vamos a escuchar. Representa un conjunto de parámetros en torno a lo que es una comunicación saludable y constructiva. Por eso esta historia sigue vigente a pesar del paso de los siglos.

 

Cómo aplicar los tres filtros de Sócrates

En la vida cotidiana no es fácil definir lo verdadero, lo bueno y lo necesario. Son conceptos abstractos que a veces resultan difíciles de aplicar. Por eso también hay algunas preguntas adicionales que ayudan a aplicar los tres filtros de Sócrates.

Dichas preguntas son:

·        Frente a lo verdadero: ¿Me consta? ¿Puedo probarlo? ¿Estaría en capacidad de sostenerlo ante cualquier persona? ¿Estaría dispuesto a jugarme mi reputación por esto?

·        Frente a lo bueno: ¿Beneficia o hace sentir mejor a la otra persona o a mí mismo? ¿Despertará emociones positivas? ¿Mejorará la situación de las personas involucradas?

·        Frente a lo necesario o útil: Al conocer ese mensaje, ¿la vida de esa persona o mi vida mejorarán? ¿Podrá esa persona realizar alguna acción práctica con esa información o ese mensaje? ¿En qué le perjudica o le afecta el no saberlo?

 

Como lo señalamos al comienzo, los tres filtros de Sócrates están particularmente orientados a los rumores o cotilleos. Aplicándolos se logra detener esos molestos chismes a tiempo. Sin embargo, todo esto también resulta válido para otro tipo de mensajes: los que recibimos a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Buena parte de la información que circula por ahí también tiene un carácter dudoso e insano.

jueves, 22 de abril de 2021

 CREA TU MARCA PERSONAL EN EL TRABAJO

  1. Trabaja en equipo: siempre vas a ser reconocido.
  2. Acepta ese proyecto especial que nadie quiere. Te va a dar un plus.
  3. Cuida tus contactos. Mantén los que necesitas.
  4. La quejiquitis es una enfermedad.
  5. Mantén la mente abierta para aprender cosas nuevas.
  6. Cuida la redacción de informes, y de correos.
  7. La oratoria y comunicación es una habilidad social fundamental.
  8. Genera ideas, se creativo. Aportas valor.
  9. Se positivo y con alta autoestima.
  10. Celebra cada logro

martes, 5 de enero de 2021

 

EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO.

Cada vez más empresas utilizan este sistema de evaluación de personal. Normalmente es a principios de año cuando se evalúan los objetivos del año pasado y se ponen los del año entrante. Luego, cada x tiempo se vuelven a evaluar los objetivos.

  • ¿por qué los objetivos deben escribirse? Porque la claridad de metas te indica dónde estás y dónde quieres llegar. Porque es una forma de remar todo el equipo en una misma dirección. Porque en caso de duda, los objetivos sirven de guía.      
  • ¿cómo se establecen los objetivos? Siempre piramidal, desde la Dirección hacia abajo. Es la forma de remar todos en una misma dirección.
  • Cómo deben ser los objetivos. Los objetivos deben ser SMART, es decir, Específico, Medible, Alcanzable, Retador y con un Tiempo establecido. Además, yo creo que deben ser personales. A veces, un objetivo es "que la empresa crezca un 3%". Para mí, este es un objetivo global, no personal. Es mejor marcar un objetivo personal, retador, que esté enfocado a ese crecimiento del 3% de la empresa.
  • Evaluación: evaluar no consiste en si he alcanzado o no el objetivo. Consiste en el qué has hecho y cómo lo has conseguido. A veces el objetivo se consigue pisoteando a los compañeros, engañando y saltándose las normas. Eso no es así. Una herramienta muy útil para la evaluación es la solicitud de feedback, tanto a los compañeros como a los colaboradores.
  • ¿cómo dar la evaluación a nuestros colaboradores? Siempre resaltar primero los logros, lo positivo. En ningún caso debe de reprocharse nada, pues solo conseguiríamos empequeñecer a las personas tocándolas emocionalmente y perdiendo productividad. Aquí, un gran líder demuestra sus habilidades emocionales frente a un mal jefe. Los resultados negativos hay que ayudar a superarlos, ¿qué puedo hacer yo para ayudarte? ¿qué puede hacer la empresa para ayudarte?
  • Celebración. Los pequeños hitos dentro de cada objetivo deben celebrarse. Basta con un reconocimiento vía email o incluso en público.

viernes, 11 de diciembre de 2020

 

RASGOS QUE DISTINGUEN A LAS PERSONAS EXITOSAS.

Basado en el libro "Aprendiendo de los mejores, vol.1" de Francisco Alcaide.

1.    Son personas que tienen claras sus metas. Como decía Séneca "no hay buen viento para quien no sabe a dónde va". A veces, las personas no saben lo que quieren; funcionan en modo automático, se levantan, van a trabajar, comen, se acuestan y vuelta a empezar. Recuerdo una escena de Alicia en el País de las Maravillas: "Alicia se encuentra ante un cruce de caminos con dos senderos, cada uno de los cuales se perdía en la distancia, pero en direcciones opuestas, y se encuentra con el gato de Cheshire, a quien Alicia pregunta: “¿Qué camino he de tomar?”. El gato contesta: “Eso depende mucho del lugar adonde quieras ir. Si no sabes dónde quieres ir, no importa qué camino sigas”. Cuanto más claras sean nuestras metas, la mente pondrá toda la energía en conseguirlo.

2.    Son personas de acción. Si piensas o decides hacer algo, pero no te mueves, no has hecho nada (inacción). La acción es la perfección de la decisión. La acción es el puente que conecta nuestros sueños con la realidad. Hay una adivinanza que me gusta mucho que dice: "hay 3 pájaros en una rama y 2 deciden salir a volar, ¿cuántos pájaros quedan? (3 porque entre el dicho y el hecho hay un trecho, es decir, porque decidir no es lo mismo que hacer)". El secreto de avanzar es siempre comenzar, e ir corrigiendo según se vaya fallando. Son personas proactivas. No esperan al mejor momento para comenzar, ya que ese momento nunca llega (siempre hay alguna excusa). ¿Qué es lo que hace que las personas se lancen o no se lancen? El MIEDO, que nos hace vivir una vida por debajo de nuestro potencial, por debajo de nuestras posibilidades. Hay dos miedos que nos llevan a la inacción: miedo al cambio y miedo al fracaso. Miedo al cambio porque no nos gusta traspasar la frontera del confort, de lo conocido y de lo seguro. Miedo al fracaso porque a nadie nos gusta que nos reconozcan por los fracasos. La secuencia que explica el éxito es siempre la misma: estudia, aprende, practica, equivócate y vuelve a empezar. El multimillonario Robert Kiyosaki (autor de "Padre Rico, Padre Pobre") dice: "los ganadores son ganadores porque pierden más veces que los perdedores; los perdedores son perdedores porque evitan perder". La conclusión es clara: fracasa pronto para tener éxito rápido. Brian Tracy, autor de libros sobre desarrollo personal, dijo una vez: "la diferencia entre las personas que pierden y las que ganan es que éstas no tienen miedo a perder. El éxito es un proceso, y el fracaso es parte de él."

3.    Son personas disciplinadas. La disciplina es hacer lo que se tiene que hacer, aunque no apetezca. La pereza es el mayor enemigo de la disciplina. Brian Tracy decía: "Todo el mundo hace cosas extraordinarias como la gente de éxito. La diferencia está en que algunos hacen esas cosas de manera constante en el tiempo". La repetición es la madre de la destreza. Quien más practica, más lejos llega.

4.    Son personas con foco. Si tienes muchos objetivos, al final te dispersas y abandonas. Vivir es elegir, y elegir es descartar. Y no debemos descartar aquello que no nos gusta. Debemos descartar aquello que nos aleja del foco, del objetivo.

5.    Son personas pacientes. Todo lo que merece la pena se cuece a fuego lento. Hablar de paciencia, es hablar de futuro, y a nadie nos gusta esperar. No existen metas no realistas, pero sí tiempos no realistas. Todo es posible, si le damos el tiempo suficiente. Las personas somos fans del cortoplacismo, todo lo queremos para ya. ¿por qué hay gente con poca paciencia? Porque la paciencia es un concepto que no tiene ningún glamur. A nadie nos gusta que nos digan que tenemos que ser pacientes para conseguir nuestras metas.

6.    Son personas autorresponsables. Se centran en el qué voy a hacer y no en el qué va a pasar. No buscan culpables y se centran en hallar soluciones. Lo fácil es buscar excusas; lo difícil, encontrar soluciones. Los mayores enemigos de la autorresponsabilidad: la excusitis, la quejiquitis, la victimitis y la culpabilitis (así lo decía Leopoldo Fernández Pujals, fundador de Telepizza).

7.    Determinación. Significa que pase lo que pase uno va a seguir adelante. No te preguntes qué quieres conseguir, sino qué estás dispuesto a perder. La determinación indica el grado de compromiso con nuestras metas, y el compromiso se tiene o no se tiene; no hay término medio. Qué es el compromiso: hacer lo que haga falta, el tiempo que haga falta. La forma que tiene la vida de ponernos a prueba son los obstáculos. Los obstáculos son la forma que tiene la vida de distinguir dos tipos de personas: los que dicen que quieren algo (desisten) de los que realmente lo quieren (insisten). La determinación va de la mano de una variable, que es la resiliencia, que no es más que la capacidad de sobreponernos de una mala experiencia, de una experiencia dolorosa; la capacidad de ser mentalmente fuertes. Todos los que han alcanzado el éxito, en algún momento han tenido que ser resilientes.

8.    Son personas mentalmente sanas. Son personas optimistas. El optimismo está asociado a la gente de éxito. La mente es nuestra arma más poderosa. Nuestra calidad de vida depende de la calidad de nuestros pensamientos. La mente funciona del siguiente modo (Brian Tracy): Nuestros pensamientos determinan nuestros sentimientos; nuestros sentimientos nuestros comportamientos; y nuestros comportamientos nuestros resultados. La mente ordena y el cuerpo hace. Tenemos infinitamente más pensamientos negativos que positivos, porque la mente está diseñada para protegernos. Solución: O bien controlas tu mente, o bien la mente te controla a ti. Nuestro mayor enemigo, los pensamientos negativos: no soy bueno, no soy capaz, no lo voy a conseguir, etc. Invierte tiempo, energía y esfuerzo en cultivar la mente.

9.    Se mueven en entornos adecuados. Nuestro entorno determina en gran medida nuestro éxito. El entorno nos arrastra a una forma de sentir, pensar y actuar. Jim Rohn dice que somos la media de las 5 personas con las que más tiempo pasamos. El contagio emocional es automático e inconsciente. Ya lo dice el refrán: "quién a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija"; o "dime con quién andas y te diré quién eres". Hay que huir de las personas negativas, pesimistas y tóxicas. Los límites no están en las personas, los límites están en los entornos. John Davison Rockefeller, siendo un niño, de procedencia humilde, solía visitar cafeterías donde se reunían los grandes empresarios del momento. Solía pedir una taza de café y se pasaba horas escuchando las conversaciones de la gente de éxito. Tenía clara su meta, ser millonario de éxito.

10.Tienen una actitud de mejora continua. Nuestro activo más valioso es nuestra capacidad de aprender. Cualquier persona puede cambiar porque cualquiera puede aprender. Al final, la vida es un reflejo de nuestro desarrollo personal.